Cliente ideal ¿Cómo es tu cliente ideal?
  1. Edad: está jubilado o es demasiado joven para interesarse en las compras, es adolescente aún y depende de sus padres, está en una edad en la que dispone de dinero pero no de tiempo, etc.
  2. Género: hombre, mujer, no binario, transgénero, etc.
  3. Orientación sexual: heterosexual, homosexual, bisexual, asexual, pansexual, etc.
  4. Nivel de estudios: ha acabado los estudios, los ha dejado, está haciendo el doctorado, se ha formado en FP, etc.
  5. Poder adquisitivo: qué cosas se puede permitir, dónde se gasta más el dinero: ¿Le gusta regalar? ¿Se puede permitir algún lujo de vez en cuando? ¿Le gusta darse caprichos regularmente?
  6. Situación laboral: profesión, cargo, horarios, ingresos
  7. Situación familiar: soltero, casado, separado, con hijos, etc.
  8. Vivienda: en propiedad, en alquiler, vive con los padres, comparte piso con el novio/a, los amigos, etc.
  9. Ubicación geográfica: en el pueblo, en la ciudad, en un país de la Unión Europea, al otro lado del océano, etc.
  10. Intereses: a qué dedica su tiempo de ocio, dónde se va de vacaciones, qué hace los fines de semana, etc.
  11. Hábitos de consumo: cuida su alimentación, le gusta coleccionar objetos, invierte en su salud, piensa en la preservación el medioambiente, prioriza su imagen, le gusta regalar, etc.
  12. Valores: cuáles son las causas que le mueven, sociales, ecológicas, económicas etc. y qué valora más de un producto: la utilidad, la tecnología, la estética, el servicio de atención al cliente, la sostenibilidad, los materiales, etc.

Los expertos recomiendan crear un mínimo de tres avatares. Para ello, has de tener muy claro el perfil de tus clientes potenciales porque cuanto más detallado sea el perfil, más fácil te resultará comunicarles tu mensaje y darles lo que están buscando.

Es muy importante conocer sus miedos, frustraciones y obstáculos a la hora de tomar una decisión de compra. Si puedes aportarles soluciones adaptadas y responder de manera apropiada a sus dudas, los estarás predisponiendo a tu favor. La motivación es importante a la hora de adquirir un producto y más si sabes que te va a librar de tu aflicción. Para ello deberás hacer hincapié en todo aquello que le aportas y en los beneficios que obtendrá una vez que lo haya adquirido. Eso permitirá aplacar sus reticencias a la hora de comprar. ¿Qué problema resuelves? ¿Qué frustración alivias? ¿De qué no tendrán que volver a preocuparse? ¿Cambiará eso su vida? ¿De qué manera? ¿Le hará ganar tiempo? ¿Dinero? ¿Reconocimiento? ¿Tranquilidad? ¿Le hará sentir más feliz? ¿Más seguro?