- Qué publicidad hacen y qué les está funcionando
- Qué rango de precios tienen
- Qué hacen para diferenciarse
Si no quieres dar palos de ciego, lo mejor es estudiar a la competencia. Para ello, deberás tener en cuenta los siguientes pasos:
1.- Identificar a la competencia directa e indirecta:
Si ofrece el mismo producto o servicio, si satisface la misma necesidad, si dispone del mismo rango de precios, si se dirige al mismo público objetivo, si su zona de alcance coincide con la tuya, es competencia directa. Si no cumple con cuatro o más de estos requisitos es indirecta.
2.- Identifica dónde se encuentra:
Dónde tiene situados los puntos de venta, qué porcentaje de mercado está acaparando, qué perfil de cliente compartís.
3.- Identifica los productos clave del competidor:
Producto estrella: Crece a un ritmo acelerado y posee una importante cuota de mercado
Producto Vaca: Está muy bien posicionado pero posee un bajo crecimiento.
Producto Perro: Productos no imprescindibles ya que no aportan gran cosa.
4.- Estudia las buenas prácticas:
Compáralas con las tuyas e identifica aquellas áreas susceptibles de mejora: logística, distribución, comunicación, etc.
5.- Anótate las fechas promocionales:
Lleva un calendario pormenorizado con el lanzamiento de las campañas promocionales para no quedarte atrás: fechas, duración, lanzamiento, etc.
6.-Busca la diferenciación:
Ofrece facilidades de pago, de entrega, cuida el packaging, el servicio de atención al cliente, etc.
7.- Compara los precios:
¿Tu competidor cambia los precios en función del canal de venta? ¿En qué canales puedes competir con él? ¿Estrategia de precios o de calidad?
8.- Canales de comunicación:
Estudia el canal que emplea, el tono publicitario que le da a sus mensajes y la frecuencia. ¿Cómo lo puedes mejorar?
¡Y recuerda: no temas a la competencia, teme a tu propia incompetencia! Mantenerte informado cada cierto tiempo te ayudará a no bajar la guardia.